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viernes, 29 de agosto de 2014

LA GUERRA SIN IDEOLOGÍA. 
 Por Manuel Freytas


Para entender estratégicamente los conflictos y las guerras ínter capitalistas (y salvarse del engaño y la manipulación) no hay que tomar posiciones ideológicas a favor de ninguna de las partes involucradas. Ni dar credibilidad a sus discursos oficiales ni a las acusaciones cruzadas entre ambas trincheras. Rusia, China, EEUU y las potencias de la OTAN, centros hegemónicos del sistema de poder mundial, son potencias capitalistas.

 Funcionan como economías de mercado con la explotación del hombre por el hombre y la concentración de riqueza en pocas manos como resultante. Y la búsqueda de rentabilidad capitalista conforma el centro de sus estrategias de desarrollo a escala global.

 El Imperio capitalista occidental o el imperio capitalista ruso-chino se estructuran sobre la industria armamentista y la guerra como parte central de la rentabilidad capitalista. Propulsores del armamentismo y la carrera nuclear, ambos polos utilizan el armamentismo y el desarrollo nuclear como herramienta de extorsión y disuasión militar. Ambos ejes capitalistas practican la acción psicológica, la mentira y la propaganda como arma militar. Ni Rusia dice la verdad ni EEUU y la OTAN mienten. 

Ambos mienten, y manejan la guerra psicológica como parte de sus operaciones diplomáticas, políticas y militares. Ambos ejes están involucrados en una guerra por áreas de influencia por el control de los recursos esenciales del planeta, incluida la energia y el petróleo. Ninguna de las potencias involucradas en los diversos frentes de conflicto militar en Asia, África, Medio Oriente y Europa del Este defienden intereses de los pueblos y sociedades afectadas por los conflictos y las masacres militares. 

El sistema capitalista solo se defiende a si mismo. Las guerras militares intercapitalistas son las guerras económicas por otras vias. Y los propios bancos y empresas transnacionales capitalistas compiten ferozmente entre sí por el reparto de los mercados mundiales. EEUU y la OTAN mienten cuando afirman que sus gobiernos títeres (como el de Ucrania) son soberanos. Y Rusia miente cuando dice que sus fuerzas especiales no están operando y dando cobertura militar y logística a los separatistas ucranianos. Podemos establecer escalas geopolíticas y militares sobre quien es más o menos imperialista. 

Quien es más criminal o menos criminal. Y en este escenario, hay un capitalismo imperial naciente de la era nuclear, simbolizado en Rusia y China, y un capitalismo imperial de vieja data que viene depredando el planeta y asesinando pueblos desde hace siglos, simbolizado en EEUU y la Unión Europea. Pero en la síntesis, ambos ejes son el sistema capitalista. Cuya única forma de supervivencia histórica es la guerra de conquista y la explotación del hombre por el hombre. Y las guerras permanentes ínter capitalistas no tienen ideología. Solo son desenlaces de intereses estratégicos en contradicción. Y solo están guiadas por objetivos capitalistas y estrategias de concreción. Con empresas, bancos, petroleras y armamentistas lucrando detrás de la escena. Más allá cualquier interés humano y social de las mayorías marginadas que padecen las guerras y las masacres como una plaga de extinción masiva..

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