EEUU: ¿Elecciones o teatro?
Néstor García Iturbe
La obra de teatro se llama “Cada cuatro años, burla y
engaños”. Trata de ser una obra seria, pero en el fondo es cómica. La burla y
los engaños están presentes durante toda la extensión de la pieza. Lo principal
es que el público no se de cuenta que lo están engañando y por lo tanto aplauda
y esté de acuerdo con lo que dicen los actores.
Se levanta el telón para el primer acto, denominado ” Los
republicanos atacan”
En este acto todos los oradores tratan de desprestigiar a Obama.
Hablan de las promesas incumplidas, de lo mal que está la economía, del
desempleo, de los errores cometidos como presidente y lo más grave, que no hace
nada y les echa la culpa a los republicanos.
Los republicanos muestran lo eficientes que son, el beneficio que le traerá a la nación un cambio de presidente; lo importante de no aumentar los impuestos a los que mas tienen para que puedan hacer inversiones que acaben con el desempleo; los beneficios que resultan de acabar de salir de las guerras, sin que esto afecte el presupuesto de defensa, como es natural; aumentar la preparación de las fuerzas armadas de Estados Unidospara que todos sepan que si se enfrentan a ellas perecerán; de verdad dominar el comercio mundial y no dejar que los chinos y otros se adelanten y toda otra serie de beneficios que se lograran cuando Romney tome el poder.
A mitad del primer acto sale una figura delgada , que camina
lentamente y que cuando se para en el podio irradia una sensación de serenidad,
calma y sosiego, muy necesaria para todos los estadounidenses. Es un pastor
Mormón, que viene a explicar las bondades de dicha religión y la entrega y
sacrificio del pastor que lo antecedió, Mitt Romney. Habla de su
incansable trabajo, como se ocupa de todos y de todo, como su sentimiento
humano guiaba la actuación que realizaba repartiendo comida a los necesitados,
consejos y muchas veces financiándolo todo con su propio dinero.
Como eso no es suficiente para mostrar al compasivo y
preocupado Romney, de pronto salen a escena dos ancianos desconocidos, que no
son figuras políticas, pero que vienen a explicar lo bueno que fue Romney con
su hijo de 14 años , al que le habían diagnosticado un cáncer terminal, del que
el pastor se ocupaba personalmente, e inclusive le ayudó a confeccionar su
testamento antes de que muriera. La figura del hombre compasivo y preocupado
queda en la mente de todos, los hombres bajan la cabeza, las mujeres lloran y
de pronto una explosión de aplausos, sin aún haberse terminado el primer acto.
Después de la compasión y la cordura viene el símbolo de la
dureza y la fuerza expansiva, el “cowboy”, personificada nada menos y nada más
que por Clint Eastwood, el que en todas las películas ,prácticamente el
solo, acaba con los “malos” y defiende a los “buenos”. Esta parte de la obra se
destaca por el profesionalismo de Eastwood, que comienza un diálogo con la
figura ausente de Obama. De ser alguien que vio en Obama una esperanza, como
una gran parte de los estadounidenses, ahora le reclama por las promesas
incumplidas, por el descalabro económico y por no saber desempeñar
adecuadamente su papel de presidente. Todos ríen, se divierten con esta parte,
que evidentemente está dirigida a los que todavía no saben por quién votar, los
independientes, y que pudieran verse estimulados por las palabras del hombre
duro, que dice haber votado por Obama en las elecciones pasadas y que ahora
sabe que hay que buscar otro, por que ” si usted no hace bien su trabajo,
debemos poner a otro que lo haga”
El primer acto está llegando al final cuando aparece en
escena un hombre joven lleno de ideas que debe reforzar lo
escenificado hasta ese momento y darle la entrada al actor principal para que
realice su monólogo. Al igual que los que lo precedieron, relata una historia
de necesidades y sacrificios para llegar hasta donde se encuentra ocupando un
cargo de Senador representando al estado de La Florida.
Destaca que su familia es de un pequeño pueblo llamado Rodas,
no precisamente donde estaba el Coloso, pero está seguro que pronto podrá
sentarse en el portal de la que fue su casa y disfrutar de la libertad.
Demuestra que es un estadounidense de verdad cuando habla de los valores que
deben ser defendidos por todos y que serán fortalecidos con la presidencia de
Romney.
No hay más que esperar, se abre una cortina negra y bajo una
lluvia de aplausos sale Romney, todos quieren darle la mano, todos lo agasajan,
su esposa desde un espacio en el publico lo saluda alzando la mano, como si el
pudiera verla, los hijos, los nietos y otros de la familia hacen lo mismo. Sube
al escenario con pasos ligeros, como para demostrar que está en buena forma
deportiva, al igual que lo hace su contrincante cuando sube o baja una
escalera. El torrente de aplausos casi no lo dejan iniciar su monólogo.
Un recorrido por su vida, sus sacrificios y dedicación como
pastor recogen sus primeras palabras. La importancia de su familia, sus hijos y
su religión. Su experiencia como gobernador, donde pudo solucionar en el estado
problemas similares a los que afronta la nación en estos momentos. Se pinta
como el hombre perfecto para la tarea que debe cumplirse.
Habla de la política exterior y también considera que ese
actuar debe enmendarse, entre otras cosas critica a Obama por haber facilitado los
viajes a Cuba que benefician a la “tiranía de Castro“. Reafirma que Estaos
Unidos debe tener unas fuerzas armadas temidas en el mundo, para que nadie se
equivoque con ellos. No entiende como los chinos tienen que estar financiando
al país y de qué forma se ha actuado que los acuerdos comerciales de Estados
Unidos están prácticamente estancados cuando otros países todos los días firman
estos.
El tono va subiendo y el conservadurismo creciendo. Llega al
clímax, con palabras airadas termina su monólogo, bajo gritos airados de la
multitud que, casi no le dejan decir “God bless América”.
Cien mil globos caen del techo despues que su compañero de
fórmula aparece en escena. Lluvia de aplausos y alaridos.
Fin del primer acto.
El segundo acto comienza el Lunes 3. Debe ser algo por el
estilo, también estará lleno de burlas y engaños, pero ¿Qué podemos pedirle a
un sistema como ese?
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