Sepultado Ulises Estrada Lescaille, periodista y destacado internacionalista cubano
Este lunes, 27 de enero, fue sepultado con honores militares en la Necrópolis de Colón un destacado internacionalista, Ulises Estrada Lescalille -su nombre de guerra-, quien para honra del gremio, asumió la profesión de periodista con el mismo ardor y pasión revolucionaria con que desplegó su osadía desde su natal Santiago de Cuba (1934) en contra de la dictadura de Batista.
Un sentido duelo le dieron sus compañeros de siempre. En las palabras de despedida, Oscar Oramas, combatiente junto a él en múltiples acciones, dijo que “a Ulises lo recordaremos siempre como al jefe querido, exigente, y que supo con su ejemplo mostrarnos la conducta a seguir”.
“Fue la máxima dirección de la Revolución la que lo designó para acompañar al Che Guevara desde tierras africanas a europeas, por su abnegación, valor, dedicación extraordinaria al trabajo y lealtad a toda prueba.
“Ulises no es de llantos, es de seguir su ejemplo, es de los hombres que están por siempre en nuestros corazones y memoria. Seremos fieles a su legado”, expresó con mucha pasión quien lo acompañara por muchos años en sus luchas, tras evocar algunas de sus cualidades y aspectos relevantes de su biografía.
APUNTES SOBRE UN VERDADERO REVOLUCIONARIO
Su temple y valor le llegaron por la genealogía de la familia Maceo, como bisnieto de María Baldomera Maceo y tataranieto de Mariana Grajales y Marcos Maceo, pero su heredada modestia le impidió hacer gala de tan memorable estirpe, mientras luchaba por mantener vivo el patrimonio familiar.
Su verdadero nombre, Dámaso José Lescaille Tabares, lo dejó atrás desde el triunfo de la Revolución cubana, cuando como Ulises Estrada fue oficial del Ejército Rebelde y del Ministerio del Interior, donde ocupó importantes responsabilidades. Desde 1960 tomó parte activa en el aplastamiento de “la Guerra sucia”, fomentada por las guerrillas aupadas y mantenidas en toda la isla por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), estuvo al lado del Comandante Manuel Piti Fajardo cuando este fue emboscado y muerto en el Escambray, y él mismo se encargó de capturar al asesino.
Por sus méritos pasó a integrar los Órganos de la Seguridad del Estado, en el Departamento Técnico del Ministerio del Interior y a las órdenes del legendario Comandante Manuel Piñeiro, con quien trabajó en el apoyo solidario de la Revolución Cubana a los Movimientos de Liberación Nacional de África y Medio Oriente, y también en la ejecución de la ayuda solidaria con los movimientos revolucionarios y fuerzas progresistas de América Latina y el Caribe.
Su mayor orgullo radicó en haber estado con el Che en el Congo, adonde se incorporó durante un tiempo luego de hacer un recorrido de casi cinco meses en barco cumpliendo todos los compromisos que Ernesto Guevara había hecho con los africanos, llevándoles armas, ropa, implementos agrícolas, y medicinas.
Cumplió otras misiones en el exterior, aprendió el principal dialecto del Congo, el swahili, y en francés les hablaba de política y ética. Despuntó además, como responsable del trabajo político y la defensa de la embajada cubana en Chile en septiembre de 1973, donde sostuvo contactos con Miguel Enríquez y Andrés Pascal Allende, dirigentes del MIR, y en respuesta al pedido a estos, apoyó con valentía al presidente Salvador Allende.
Entre los años 1975 y 1979, Ulises fue vicejefe del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y luego laboró como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en diversos países como Jamaica, Yemen Democrático, Mauritania, la República Árabe Saharaui Democrática y Argelia, así como Director del Departamento de Medio Oriente.
Licenciado en Ciencias Sociales, a partir de 1990 comienza su labor periodística como jefe de Información del periódico Granma Internacional, también ejerció como periodista de El habanero y de la revista Bohemia, y fue director de la revista Tricontinental de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina.
En su largo y amplio recorrido por decenas de países en representación de la Revolución Cubana, Ulises intimó con intelectuales de la talla de los franceses Regis Debray y Francois Masperó y el italiano Gian Giacomo Feltrinelli, entre otros muchos.
De sus amores con la inolvidable Tamara Bunque, la Tania la Guerrillera, que ha trascendido a la historia, confesó una vez Ulises, que “nada ni nadie pudo evitar que nos atrajéramos mutuamente y nos amáramos con intensidad”.
«Sostuve con ella estrechas relaciones de trabajo y personales. Antes de su partida hacia la misión internacionalista, acordamos que al concluirla uniríamos nuestras vidas y procrearíamos todos los hijos que ella soñaba tener». (Declaraciones de Ulises Estrada a Juventud Rebelde, 30 de agosto, 2008).
Quien lo conoció en los últimos tiempos, con su quijotesca figura esmirriada, alto, muy delgado, ya cojeando debido al deterioro de su salud como consecuencia de la diabetes que padecía, nunca podría imaginar tanta historia acumulada, su valor a toda prueba, su lealtad a la Revolución.
La Presidencia de la Unión de periodistas de Cuba y su comité Nacional, en nombre de todos las y los afiliados del país, deja constancia de su respeto y admiración a quien fuera un paradigma del revolucionario modesto y consecuente con sus principios y ética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario