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martes, 26 de marzo de 2013


Nuestro ejército y pueblo mostrarán con efectivas maniobras militares su firme voluntad de reacción

Declaración de la Comandancia Suprema del EPC

Pese a las reiteradas advertencias de nuestro ejército y pueblo las provocaciones de la guerra nuclear de EE.UU. contra nosotros traspasaron de la línea de peligro a la fase de la guerra real.

El 25 de marzo, a eso de las 8 de la mañana, EE.UU. hizo despegar improvisadamente hacia el cielo de Corea del Sur una escuadrilla de bombarderos estratégicos nucleares “B-52” de la base aérea Anderson en la isla Guam, los cuales desde las doce menos diez golpearon duramente los supuestos objetos en la profundidad de la parte Norte de la República, y lo publicó queriendo que conociéramos.

A la par de esto, instigando hasta a la prensa conservadora surcoreana a presentar la operación de atentado contra Osama Been Laden datada de 2010, anunció abiertamente que el plan de operaciones del “ejército aliado estadounidense-surcoreano” elaborado por él abarca hasta el atentado con los medios y métodos de golpe que están a disposición de sus tropas y del ejército títere surcoreano contra nuestra dignidad suprema. Incluso cacareó que la mencionada operación no tiene ningún problema militar-técnico, que también este momento observa con precisión todas nuestras acciones relacionadas y que vive ahora cuando debe practicar una “política ofensiva contra el Norte” y no una “política pasiva contra el Norte”.


También las actuales autoridades títeres, como lo hizo el traidor Lee Myung Bak, relacionando forzadamente otra vez el hundimiento de la fragata “Cheonan” con nosotros y achacándonos la responsabilidad del cañonazo en la isla de Yonphyong, se atrevieron a fanfarronear que si se reprodujera “provocación local” de mismo carácter, golpearían con precisión con misiles las estatuas de los Generalísimos colocadas en Pyongyang y otros lugares de la parte Norte de la República y agregaron que ya habían analizado concretamente sus posiciones, tamaños y características y preparado hasta el “catálogo del orden de la eliminación”.

Todo esto demuestra que las hostilidades contra nuestra República de EE.UU. y Corea del Sur y otros seguidores que cometen pretextando nuestro lanzamiento del satélite artificial de la Tierra y prueba nuclear subterránea, traspasaron de la fase de simple intimidación y chantaje a la de atrevida actuación.
La gravedad del estado es que esta insensatez simultánea con el paso de la “resolución de sanciones” contra nuestra República inventada por EE.UU. a la ejecución de dureza como resultado del contubernio de todas las fuerzas hostiles.

Frente a la situación creada la Comandancia Suprema del EPC declara la decisión final de nuestro ejército y pueblo como sigue:
Primero, manifestaremos la firme voluntad de nuestro ejército y pueblo de defender la soberanía y la suprema dignidad del país por medio de las efectivas acciones militares.

La paciencia también tiene sus límites.

Nuestra evidente resolución consiste en no poder pasar por alto más la crítica situación en que la soberanía y la dignidad suprema del país fueron violadas hasta no más y la amenaza nuclear y el chantaje del imperio norteamericano se hacen realidad.

A partir de este momento, la Comandancia Suprema del EPC dispone que entren en estado de alerta para el combate las unidades de las fuerzas de cohetes estratégicos y de artillería de campaña incluyendo las de cañones de largo alcance encargadas del golpe contra las bases militares del imperialismo yanqui en la zona de operaciones del Pacífico que abarca el territorio principal de Estados Unidos, Hawai, la isla Guam, etc., y los objetos enemigos en Corea del Sur y su alrededor.

Segundo, mostraremos por medio de la acción física la voluntad de superintransigencia de nuestro ejército también a las actuales autoridades títeres surcoreanas que le hacen el juego a su superior en la política de hostilidades contra la RPDC.

No habría otra fantasía tan absurda como pensar que ganarían oportunidades de golpe contra una llamada “origen” y de represalia contra las “fuerzas de apoyo” y “fuerzas de mando”,.
Han de tener presente lo que por el primer golpe inesperado todo lo suyo se reducirá a cenizas.

Jamás podemos tolerar que la actual mandataria surcoreana repita tal como son los actos antinacionales de su predecesor que llevó las relaciones del Norte y Sur a la catastrófica situación e interrumpió durante cinco años el camino por la paz y prosperidad. Esta es la inconmovible posición de nuestro ejército y pueblo.

Tercero, llamamos a la humanidad progresista del mundo que se opone a la guerra y ama la paz, a lanzarse a la lucha contra la coacción y arbitrariedad de la vandálica potencia imperial.

La gran extensión del país y la superioridad en el potencial militar jamás pueden justificar el acto injusto.
También la falta de imparcialidad de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU acarrea el resultado injusto y constituye un crimen internacional que va a contrapelo de la corriente del tiempo.

La injusticia perpetúa temporalmente y es el fuego que se apaga, pero, la justicia es el fuego que perpetúa eternamente.

La Comandancia Suprema del EPC exhorta a los pueblos de buena fe del mundo para que no obedezcan a ciegas a EE.UU. que ejerce la coacción y arbitrariedad ni a la “resolución” falta de imparcialidad de dicho organismo internacional sino que se sumen a los esfuerzos de nuestro ejército y pueblo por salvaguardar la independencia y justicia.

La victoria será de nuestro ejército y pueblo levantados en defensa de la soberanía nacional y la humanidad progresista del planeta amante de la justicia y paz.
26 de marzo de la era Juche 102 (2013)
Comandancia Suprema del EPC

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