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lunes, 28 de enero de 2013


Comando Sur, telaraña del Pentagono en América Latina
Por David Urra

Quien no ha leído en los medios masivos de desinformación las noticias sobre las obras de “caridad” que el Comando Sur de EE.UU hace diariamente en el continente americano. Si observamos con detenimiento el sitio que el Comando tiene en Internet, podremos constatar de como este hace mas acciones “caritativas” que cualquier institución humanitaria. Podría decirse que este sitio se parece mas al de “Human Right” que al de una fuerza de intervención militar que tiene por demás una triste historia en el continente. En que consiste el verdadero papel de esta organización militar, trataremos de develarlo en este trabajo.

Ante todo debemos señalar que el Comando Sur (USSOUTHCOM según las siglas en ingles) es parte insoslayable del Ejercito de EE.UU y por lo tanto fiel cumplidor de las tareas que este tiene como gendarme internacional en el área de responsabilidad a él asignada, que incluye América Latina y el Caribe, con excepción de México y Cuba, que por su importancia estratégica son atendidas por el Comando Central del Ejercito.

Para nadie es un secreto que dentro de las nuevas tendencias para el desarrollo de las misiones de cambios de Gobiernos y mantención de los intereses particulares de EE.UU en el mundo, los procedimientos de Guerra Psicológico-Informativa juegan un papel protagónico. Es por ello que fieles a su filosofía, los medios en occidente y en EE.UU en especial, empleando la amplia red de control que tienen sobre los monopolios mediáticos y estos a su vez sobre los medios locales, realizan una amplia campaña de manipulación que pretende encubrir los verdaderos objetivos de las instituciones armadas norteamericanas.

Para poder comprender que hay detrás de esta mascara teatral con la que han querido ocultar el verdadero rostro del Comando Sur, analizaremos la “Directiva Estratégica del Comando Sur hasta el 2020”, elaborada y trazada por el anterior Jefe del Comando (CDRUSSOUTHCOM según siglas en ingles) General Douglas Fraser, que las presentó al Congreso de EE.UU en Julio del 2010.



Es sintomático que el primer párrafo de la Directiva hace referencia a palabras expresadas por el Presidente de EE.UU Barack Obama el 17 de abril del 2009, en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, donde señalo: “Nuestra seguridad está en peligro por una amplia gama de amenazas. Pero este peligro puede ser eclipsado por la promesa de una nueva prosperidad y la seguridad personal y la protección de la libertad y la justicia para todos los pueblos de nuestro hemisferio. Ese es el futuro que podemos construir juntos, pero sólo si nos movemos hacia adelante con un nuevo sentido de colaboración”.

Si el comienzo es este, imaginen como será el resto.
Seria interesante conocer cuales son las amenazas y peligros que acechan a la nación norteamericana. Que sepamos, son los EE.UU con su política agresiva los que amenazan a todo el mundo, tratando de imponer su hegemonismo a cualquier precio, por las buenas o por las malas.

Ahora resulta que la destrucción de ciudades y pueblos enteros el asesinato indiscriminado de cientos de miles de pobladores y el establecimiento de un caos general en nuestros países es símbolo de “una nueva prosperidad y la seguridad personal y la protección de la libertad y la justicia”.

Para concluir el Presidente norteamericano nos pide que colaboremos con él.
Es importante que señalemos que esta retorica torcida en la que los norteamericanos envuelven sus verdaderos objetivos, se ha convertido en una practica habitual en los personeros norteamericanos.
Después la Directiva define los objetivos estratégicos del USSOUTHCOM los cuales son:

1. La defensa de los Estados Unidos y sus intereses,
2. Promover la seguridad regional, y
3. Servir como una opción de socio permanente a favor de una región pacífica y próspera.

Aparentemente son plausibles estos objetivos, solo que sabemos que la realidad es otra:
1. La defensa de los intereses de los EE.UU,
2. Promover la seguridad de sus transnacionales en la región, y
3. Que sirvamos como una opción permanente a favor de la prosperidad y la paz de los norteamericanos en la región.

Mas adelante la Directiva nos define sus objetivos:
“USSOUTHCOM es un Comando Unificado de Combate perteneciente a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, responsable dellevar a cabo operaciones militares y promover la cooperación de seguridad en América Central, el Caribe y América del Sur con el fin de alcanzar los objetivos estratégicos de Estados Unidos”.
Después de esta definición esperamos que nadie dude de cuales son las intenciones del Comando Sur en la región.

Su composición:
Cuatro comandos de componentes de servicio: Ejército de EE.UU del Sur (USARSOUTH), Duodécima Fuerza Aérea (Air Forces Southern) (12 AF (AFSOUTH)), EE.UU. Fuerzas Navales del Comando Sur (USNAVSO), EE.UU. Cuerpo de Marines de las Fuerzas del Sur (USMARFORSOUTH).

Un comando sub-unificado: Operaciones Especiales de EE.UU. Comando Sur (USSOCSOUTH).

Tres Fuerzas de Tarea conjuntas: Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (JTF – B), Fuerza de Tarea Conjunta de Guantánamo ( JTF – GTMO), y la Fuerza de Tarea Conjunta Inter-agencia del Sur (JIATF-S).
A continuación sentencian que “Esta estrategia es el documento culminante de CDRUSSOUTHCOM” y “Sirve como nuestro modelo para mejorar las relaciones de Estados Unidos y las capacidades de nuestras naciones socias para que juntos podamos resolver los problemas comunes y aprovechar las oportunidades comunes en toda América Latina y el Caribe”.

Resulta ahora que nos quieren convencer de que todo ese despliegue de fuerzas militares que incluyen los más modernos y desarrollados medios para matar, sirven para “resolver los problemas comunes y aprovechar las oportunidades comunes en toda América Latina y el Caribe”. La diplomacia de las cañoneras, como dijera un ilustre político norteamericano.

Posteriormente la Directiva intenta hacer un análisis de las tendencias en la región según el punto de vista norteamericano, señalando los siguientes aspectos:
El conflicto militar tradicional estado-a-estado en la región no es probable,

Mantenemos fuertes relaciones profesionales con nuestras fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad equivalentes en casi todas las naciones de la región,

Se han hecho grandes avances en las últimas décadas con respecto a la profesionalización, el respeto por los derechos humanos y la subordinación a la autoridad civil,

Han adoptado nuevas funciones tales como la ayuda humanitaria y las operaciones de mantenimiento de la paz (OMP),

Algunos militares han asumido responsabilidades de seguridad interna,

EE.UU. debe ayudar a dar forma a estas funciones de seguridad nuevas en formas que respeten plenamente los derechos humanos y el Estado de derecho,

La región enfrenta un conjunto de desafíos persistentes como la pobreza, el crimen, la corrupción, la debilidad institucional, el tráfico ilícito y el terrorismo,

La seguridad es esencial para las democracias estables y prósperas.

Como podemos ver este es un enfoque muy norteamericano de las tendencias predominantes en América Latina. Por un lado, los estadounidenses consideran la posibilidad de un enfrentamiento entre estados en el sub continente como muy poco probable, aunque no hacen referencia a como intentaron generar un conflicto entre Ecuador y Colombia a raíz del bombardeo en territorio ecuatoriano de guerrilleros colombianos y que provocó un recalentamiento de las relaciones entre los dos países.

Tampoco considera los esfuerzos y presiones a que sometió a Álvaro Uribe para que provocara un conflicto con Venezuela. La intervención de los militares norteamericanos en el golpe de estado en Honduras contra Manuel Zelaya, parece no estar dentro de los conflictos estado – estado en la región.
O sea, que este tipo de conflicto no lo es tal, si participa o lo anima EE.UU, en este caso es un problema de Seguridad Nacional norteamericana.

Las relaciones de dependencia de los ejércitos de algunos países latinoamericanos, es considerada como “fuertes relaciones profesionales” y la enseñanza en el eufemísticamente llamado “Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental”, mas conocido como “Escuela de las Américas” y en los cursos que se desarrollan en distintos países latinoamericanos para aprender técnicas de tortura y represión disfrazadas de “lucha contrainsurgente”, son denominados como “grandes avances en las últimas décadas con respecto a la profesionalización, el respeto por los derechos humanos y la subordinación a la autoridad civil”.

Es ofensivo a la inteligencia latinoamericana como los ideólogos del Comando Sur denominan como “ayuda humanitaria y operaciones de mantenimiento de la paz” a la intervención abierta en los países de la región para garantizar sus intereses. Para ellos el golpe de estado en Honduras pretendía “mantener la paz” de sus intereses en la región, el envío de tropas a Haití, tenia un carácter “humanitario” aunque solo pretendiera que los “no humanos” haitianos emigraran a EE.UU y “contaminaran” a los humanos estadounidenses.

En una reciente visita hecha a algunos países latinoamericanos el Secretario de Defensa Leon Panetta, señalo la preocupación norteamericana por la participación de militares en actividades de mantenimiento del orden en Latinoamérica. Para EE.UU los militares latinoamericanos no están capacitados para realizar acciones contra el narcotráfico ni contra desastres naturales, pero los norteamericanos si.

En teoría se pretende decirles a los latinoamericanos que no necesitan tener un ejército grande, pues no hay peligros y si aparecen nos llaman y nosotros enviamos nuestras tropas. Así las cosas, el Ejercito norteamericano se convierte en el Ejercito de los Latinoamericanos lo que justifica su presencia permanente en nuestros territorios y de paso garantizan la “paz” y estabilidad de sus transnacionales en la región. ¿A que suena esto?

Pero la definición de los desafíos más importantes de la región es quizás el punto neurálgico de las tendencias que observan los norteamericanos en Latinoamérica cuando señalan a “la pobreza, el crimen, la corrupción, la debilidad institucional, el tráfico ilícito y el terrorismo” como los fundamentales. En realidad no me queda claro si se están refiriendo a EE.UU o a Latinoamérica.

Es cierto que estos flagelos están presentes en nuestro sub continente, pero donde adquieren carácter de pandemia es en EE.UU. Una buena parte de la pobreza latinoamericana es consecuencia de las políticas que los EE.UU han impuesto a sangre y fuego en la región, pero en EE.UU esta se encuentra tan presente como en Latinoamérica, sino pregúntenle a los “Ocupa Wall Street”.

El crimen es un problema en Latinoamérica que tiene sus raíces en la pobreza y falta de oportunidades, que los regímenes antipopulares y oligárquicos mantenidos por este país en la región han provocado, pero en EE.UU es una enfermedad endémica que adquiere proporciones alarmantes y lejos de resolverse se agrava, entre otras razones por la enorme cantidad de armas en manos de los norteamericanos.

La corrupción alimentada por los regímenes oligárquicos que impone EE.UU en la región se resolverá cuando dejen de inmiscuirse en los asuntos internos de Latinoamérica, pero seria más importante para el Comando Sur desplegar sus “apreciables” esfuerzos y si es posible sus tropas en EE.UU para resolver la corrupción en su propio territorio.

Es paradójico como los ideólogos norteamericanos se llenan la boca para mencionar la “debilidad institucional” en Latinoamérica, cuando han sido ellos los principales desestabilizadores de cuanto Gobierno responsable y serio se forme en el Continente. Para la política norteamericana un Gobierno responsable que se ocupe de las necesidades de su pueblo y luche por defender sus recursos y derechos es un Gobierno indeseable y por lo tanto debe ser derrocado. Entonces como podrá AL resolver el problema de la “debilidad institucional”.

La justificación del Tráfico ilícito como tendencia peligrosa en Latinoamérica es una evidente percepción de doble rasero. El país mayor consumidor de drogas en el mundo, uno de los mayores productores, donde sus ciudadanos son poseedores del poder financieropara adquirirlas y sus bancos son los principales “limpiadores” de dinero sucio del narcotráfico, señala a los demás como responsables de sus desgracias!!?? 

Esto parece más una obra teatral del género Esperpento, al clásico estilo de Valle-Inclán, donde se trata de lograr una distorsión sistemática de la realidad, para mostrar sus aspectos más grotescos y absurdos, y obligarnos a asumir una postura distinta ante los hechos.

Pero donde los estadounidenses si, como se dice en Latinoamérica, “partieron el bate” es en el tema de la amenaza terrorista. ¿Es que acaso están anunciando que nos van a atacar? No vemos otra “amenaza terrorista” para Latinoamérica que no sea la de la nación quelidera el terrorismo en el mundo.  En este caso esto parecería un chiste escatológico, que debería helar la sangre a los habitantes de la región.

Por ultimo los halcones norteamericanos definen los objetivos principales del Comando Sur para la región, lo que requiere de una traducción al “idioma” español Latinoamericano:

1. Defender los Estados Unidos (¿de quien?)
Detectar / oponerse a las amenazas a través de una defensa por capas, ( O sea, estratificar y despedazar a Latinoamérica para que no tenga unidad contra su poder)
Proteger a los EE.UU. frente a los ataques e intrusiones, (Evitar que los latinoamericanos se puedan defender del dominio norteamericano)
Dar soporte a las inter agencias y a las naciones asociadas para combatir el tráfico ilícito, (o sea, plantar bases militares con aparente funciones de lucha contra el narcotráfico, para controlar sus intereses en la región).
Asegurar el transporte aéreo, marítimo, terrestre, y los dominios espaciales y ciberespaciales, (Por sus transnacionales, como es lógico)
Proteger la infraestructura crítica y recursos, (Pasándolas a manos norteamericanas, por que los pobres latinos no saben como hacerlo).
Apoyar a las autoridades civiles en la conducta a seguir para la gestión de las consecuencias, (Se referirán acaso a las consecuencias del despojo o a la de los golpes de estado?).

2. Fomentar la Seguridad Regional
Mantener las capacidades en el espectro completo del  Comando Sur y sus Componentes, (mas claro, ni las aguas negras)
Mejorar la colaboración y la capacidad de defensa de la seguridad, (Se refiere como es lógico a la colaboración con los torturadores y gorilas que forman en la Escuela del Terror)
Denegar refugio a los actores hostiles, (Esto no incluye como es lógico a los Posada Carriles, Mireya Moscoso, Sánchez de Lozada, Carmona “el breve” y otros muchos que se refugian en Miami y otras guaridas a su disposición).
Fortalecer la capacidad de seguridad a través del compromiso con los socios, (Claro que con una remuneración bien sustanciosa para que el “compromiso” sea duradero)
Promover el respeto de los derechos humanos y el imperio de la ley a través de un compromiso de militares a militares, (Imaginamos que serán los derechos de los que ellos consideran humanos, el resto no somos humanos somos seres colaterales y no tenemos derechos)
3. Constituir un socio duradero.
3.1. Militar a militar.
Promover a los EE.UU. como un socio de excelencia. (¿Marketing?)
Fomentar el liderazgo regional sobre desafíos hemisféricos, (como es lógico el de EE.UU).
Promover un mayor intercambio de información y transparencia, (Es importante que las estructuras militares de Latinoamérica mantengan informados a los mandos en EE.UU de lo que ocurre en sus países y fundamentalmente si aparece algún movimiento nacionalista que pretenda afectar la paz y tranquilidad de las transnacionales norteamericanas)

Apoyar las iniciativas regionales hacia la seguridad hemisférica, (¿Unidad Latinoamericana? Cuidado, eso es comunismo)

Esforzarse por abrir nuevas vías de participación cuando se presente la oportunidad, (Si por casualidad hay algún descarriado que no quiere aceptar la “generosidad” norteamericana, a la primera oportunidad que aparezca se le trata de meter en el corralito, para que no quede desamparado)

3.2. Interinstitucional
Ampliar la cooperación interinstitucional con el sector privado y las organizaciones no gubernamentales, (muy importante para poder manipularlos).

Construir relaciones duraderas con socios interinstitucionales para mejorar la seguridad, fomentar la estabilidad, la gobernabilidad democrática y permitir una prosperidad disponible, (sin esto no se puede mantener el control absoluto sobre las sociedades Latinoamericanas).

Al final los ideólogos del Comando Sur explican como ellos entienden resolver cada uno de estos retos que dicen defender en el Continente.

Cabria peguntarse entonces ¿Quién les pidió ayuda?
Los norteamericanos podrán tratar de disfrazarse de Caperucita o de la Madre Teresa, pero al lobo sigue teniendo hocico y eso es uníndice desenmascarante.

Detrás de este texto aparentemente inofensivo, hay una enorme dosis de hipocresía y manipulación que pretende presentarnos una imagen edulcorada de las acciones de la institución de dominación Yanqui en el continente americano.
Al fin y al cabo el Comando Sur no tiene que ser honrado, solo aparentarlo.

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